miércoles, 18 de agosto de 2010

Prólogo



La noche parecía más obscura que nunca, o por lo menos eso pensó mientras se dirigía a su casa. Una sensación de miedo lo invadió, quizá era el silencio que hacía que sus latidos se escuchasen tan fuertes que pareciera que provenían de otro lugar. Siguió caminando, aún faltaban algunas cuadras para llegar, nunca el camino se le había hecho tan largo y el miedo lo volvió a invadir al percatarse de que estaba solo, nadie más deambulaba por esos lugares que siempre fueron tan concurridos. Comenzó a hacer frío y sus piernas al igual que el resto de su cuerpo le respondían torpemente. Intentó no pensar en nada y se concentró en la melodía de la última canción que escuchó esa tarde. La mente es incapaz de mentir, ojala hubiese podido recordar otro tema, pero estúpidamente la última canción que había escuchado fue un reggeaton proveniente del celular de unos estudiantes al subir a la micro, en cualquier otro momento él hubiese negado saberse la letra de una canción como esa y hasta quizá fuese verdad, pero en estos momentos él y hasta el más escondido de sus pensamientos querían distraerse del mismo silencio. Comenzó a tararearla, mientras se recriminaba internamente, que irónico, siempre dijo y pensó que preferiría el silencio a esa música.

Siguió caminando, pareciera que el tiempo no estuviese presente, cada paso que daba era eterno. Reconocía cada casa, cada calle, cada árbol que veía, pero todo parecía diferente. Pareciera que no es el mismo lugar que ha recorrido por estos últimos 10 años. Un sonido lo distrajo de sus pensamientos, era tan suave que ante todo el silencio resultaba ensordecedor. Miró a todos lados, pero no podía decir con exactitud de donde venía, junto al sonido una luz pestañaba frente a sus ojos y poco a poco comenzó a perder la vista producto de esta luz tan fuerte. Sus piernas ya no le obedecían, ni siquiera sabía si aún estaba de pie.

No podría decir cuánto tiempo paso pero empezaba a recuperar su vista, no sabría decir si la luz cesó o si sus ojos se acostumbraron a ella, pero de a poco empezaba a distinguir, se sintió más tranquilo al ver que seguía en el mismo lugar, aún estaba de pie, pero ya no estaba solo, podía distinguir la silueta de alguien más a su lado.

- Quién eres? Puedo ver que estas allí, no te muevas, llamaré a la policía si das un paso más, responde!....

- Tranquilízate, no sirve de nada que grites o que llames a quien quieras, te puedo asegurar que acá solo estamos tú y yo.

- Qué quieres de mi?

- Ven, siéntate, la noche será larga.

- Qué quieres de mi?!!!

- Te contaré una historia, podrás preguntarme lo que quieras, pero cuando termine. Ahora solo préstame atención y cuando termine te prometo que estarás en tu casa.

-pero...- No pudo terminar de hablar, de repente recupero su vista y contemplo la belleza del primer rayo de luz luego de toda la obscuridad. Era hermosa, como la misma palabra jamás lo podrá describir. Su mirada cálida y dulce como la miel comenzó a calmarlo y a darle paz. No dijo nada más. Ahora si quería escuchar esa historia, aunque fuese tan solo para seguir mirándola, eternamente.

2 comentarios:

Fherny dijo...

me quede metida con las historia , esta genial

Unknown dijo...

jojo es solo el prologo, si me dices eso despues del primer capitulo te creere :) jejeje en menos de 1hora lo tendre listo...esperame.