Siempre tuve la sensación de que mis estados de melancolía no me pertenecían. A veces me sentía triste sin saber por qué, pero pensé que solo eran bajones típicos de la edad. Mis constantes cambios de animo me llevaron a ser un chico muy solitario, claro, tengo amigos y chicas pero al terminar el día y acabar los carretes, me gustaba llegar a casa y estar solo. Ese pequeño espacio era mío y de nadie más. Allí podía ser yo, no debía fingir ser sociable, podía ser yo o no ser nadie, daba igual, ese era mi mundo.
Y allí me encontraba, en mi pieza pero ya no estaba solo, junto a mi habían muchos recuerdos de eras pasadas. Abrí la ventana y encendí un cigarro mientras observaba la noche. Qué hermosa se ve la Luna. Solo superada por una persona- y justo como respondiendo a mis pensamientos- ahí estaba a mi lado, mirando la luna que acaparaba toda la atención.
Me miró como sonriéndole a mis pensamientos - me pregunto si acaso podrá escucharlos?- Es tan hermosa, que la Luna, inmensa y radiante, paso a un segundo plano muy lejano.
Recuerdas -me dijo posando sus ojos en mi- la historia de como nació la noche?
Intente hurgar en mis recuerdos, la verdad es que aun no logro ordenarlos, es como usar un pc ajeno. Sabes usarlo- claro que si!!- pero no es el tuyo, y tardas mucho en acostumbrarte.
Tranquilo -me dijo, con una sonrisa burlesca pero llena de ternura- Ya te acostumbraras a todos esos recuerdos.
Insisto, creo que puede leer mis pensamientos. Qué desventaja más grande...(su voz me sacó de mis pensamientos)
Antes de caer en el cruel juego del tiempo, EL y ELLA eran sólo uno. ELELLA Y ELLAEL conformaban el huevo cósmico y vivíamos fuera de toda existencia, todo era perfecto. Pero caímos en la trampa del tiempo y el huevo cósmico se rompió dejando caer a ELLAEL la parte divina de todo ser. El día y la noche eran un solo ser, hasta que la noche se desprendió del día y cayó al vacío. El día sin poder vivir sin su ELLAEL renunció a su divinidad y se lanzó en búsqueda de su a-mor, sólo si se re-encuentran podrá Él recuperar sus divinidad en ELLA, y volver a ser UNO.
La Noche al caer se convirtió en La Luna y como prueba de su tristeza se cubrió de un manto negro, mientras que el Día tal cual un gran faro se mantiene resplandeciente para que la noche pueda verlo y llegar a él, pero ELLA por más que intenta acercarsele no puede vencer a los designios del tiempo y debe conformarse con ver su luz desde lejos. Pero llegará el momento en que ellos vuelvan a ser uno; la oscuridad y la luz se embriagaran en su a-mor, un sentimiento eterno, sin muerte como la misma palabra lo dice (a: sin/ mort: muerte).
Intento decirle algo, pero la historia me ha dejado pensativo y confuso, mi silencio es la mejor forma de expresar mis pensamientos y emociones.
tú eres mi ELLAEL?- le pregunte sin pensarlo, ruborizandome desde el segundo en que solte cada palabra.
No respondió nada por muchos minutos, sólo me miro a los ojos y luego se dio vuelta a contemplar la luna.
Los minutos pasaban y el silencio pesaba, no me atreví a romperlo.
Pero como siempre, su melodiosa voz me traía de vuelta a donde estábamos.
Tú eres esa parte de mi que perdí hace mucho tiempo y llevo muchas vidas buscandote- me dijo sin mirarme y con tristeza en la voz.
por qué noto miseria en tus palabras?-le pregunte mientras me acercaba a su lado.
esbozó una especie de sonrisa, pero ésta jamás llego a su mirada. No reaccionó cuando mi mano tomó la suya, mantuvo la mirada en la luna, pérdida en el tiempo.
No es miseria la que siento, sino tristeza por nuestro futuro incierto. Aunque te he encontrado, aún tenemos una misión que cumplir, una batalla que luchar, arriesgamos más que la vida misma en esta guerra, arriesgamos la existencia entera...Si he de pensar racional, tendré q asumir que probablemente perderemos, pero entonces, para que habríamos de intentarlo? Por otra parte, si lo hemos de intentar es porque una pequeña posibilidad tenemos y es a esta ínfima esperanza a la que me aferro. Si Freya no hubiese previsto de esta posibilidad, jamás hubiese planeado todo esto. Eso me reconforta, saber que para nosotros aún hay una esperanza, para nosotros y para todos, pero la verdad no me importarían los demás si te perdiera, nada importaría...
La mire sin saber que responder, creo que ella no esperaba que dijese nada, no me hablaba a mi, sino a ella misma, tratando de convencerse de que aún se podía. Me miró con tristeza y melancolía, yo sólo reaccione a abrazarla fuertemente.
sábado, 20 de julio de 2013
Suscribirse a:
Entradas (Atom)